Presentación de Dios

10/01/2018

Texto de José Manuel García, Jefe de Emisiones de Radio Sevilla, publicado en la revista «Más Pasión» de El Correo de Andalucía. Enero 2018:

Otra vez recurro a aquellos primeros números del Boletín de las Cofradías, ejemplares en blanco y negro con el sello de Marín Vizcaíno. Una colección desde sus inicios me llegó ya con cierta edad y me empapé de aquellos viejos contenidos con firmas de cofrades de esos que estoy seguro ya se dan poco, si es que se dan. En uno de ellos aparecía una foto de los titulares de una cofradía que habían sido trasladados hasta un oratorio provisional mientras se realizaban obras en su sede. La instantánea se completaba con el titular Así cuidan las cofradías las cosas santas. A la potencia devocional y expresiva que nuestras imágenes procesionales poseen, se une el detalle, mimo y presentación que hacemos de ellas completando su fuerza iconográfica con una escenografía que no es más que el reflejo de la fe y deseo de manifestación para su culto en un conjunto donde siendo la imagen del Señor o la Virgen el principal centro del aparato, éste se complementa con gusto y armonía para llamar a la oración, al recogimiento y al encuentro con Dios. Para que se nos muestre la unción sagrada de las imágenes no hay que recurrir tampoco a montajes excepcionales. El día a día del culto nos deja también escenarios tan vigorosos como hermosos, y sí se contienen en edificios que ya de por si animan a la admiración por lo que acogen y conservan, mucho mejor.
En El Salvador, desde la capilla sacramental, el Señor de Pasión muestra su magnífica hechura, el prodigio de su semblante y la enseñanza teológica que de él emana. Las últimas obras en el retablo adelantaron todo el aparato procedente de la Capilla de la Comunidad de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús para poder mantener permanente el paso de fieles para depositar su beso en el pie del nazareno y tener una mirada cercana como cuando el arzobispo Despuig dijera de su talla aquello de que sólo tenía el defecto de faltarle la respiración.
En la novela de aventuras de Yann Martel “La vida de Pi”, el protagonista de la historia, Piscine Pi Molitor Patel, afirma que «nadie conoce a Dios hasta que alguien se lo presenta». La Archicofradía de Pasión nos presenta a Dios, al Señor de Pasión, de forma excelsa, incomparable, sin perder delicadeza y armonía. Nos muestra al Padre en el sagrario y al Hijo que abrazó la cruz por nosotros. Acudamos pues ante quien se nos presenta una y otra como guía de nuestra vida y comprobaremos, volviendo al principio, como las cofradías saben cuidar las cosas santas.

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