Paso del Señor

Paso del Señor. Sin duda alguna, el paso procesional de Nuestro Padre Jesús de la Pasión es una pieza príncipe de la orfebrería sevillana del siglo XX. La madera dorada, el marfil, y una ingente cantidad de plata que superó ampliamente los doscientos kilogramos, constituyeron la base de tan excelso trono.

La noche del 18 de agosto de 1940, se declara un incendio en los depósitos de la Intendencia de Sanidad que estaba situado en la calle Lope de Vega. En dichos almacenes se guardaba de forma provisional el paso que diseñara en 1903 Pedro Domínguez y que por haber fallecido el artista, concluye entre 1903 y 1908 Manuel Gutiérrez; el dorado lo realizó Pueyo. Ante la pérdida de las andas, la Hermandad sale el Jueves Santo de 1941 portando al Nazareno de Pasión en unas parihuelas llevadas a hombros por hermanos vestidos de nazareno. Llamó mucho la atención, al contemplar el publico asistente al Señor de Pasión tan de cerca. Al año siguiente fue la Hermandad del Amor quien presta su paso para llevar al Señor hasta la Catedral.

Cayetano González Gómez -el «mago del punzón y del cincel», como lo calificó el Marqués de San José de Serra- diseña y ejecuta en 1943 el actual paso procesional. Es una pieza magnifica y suntuosa: el marfil, la madera dorada y la plata componen el magnífico trono para el Señor. La canastilla desfila por primera vez en la Semana Santa del mismo año. Al no estar terminados los respiraderos, son sustituidos provisionalmente por unos faldones de terciopelo color rojo y malla de plata. En 1946 salió el magnifico paso totalmente terminado, siendo la admiración de toda Sevilla, y convirtiéndose en la obra más emblemática de la orfebrería sevillana del siglo XX.

Su programa iconográfico fue supervisado por los sacerdotes D. José María Bandarán y D. Valentín Gómez. Cuatro capillas se exhiben en los respectivos centros de los flancos de la canastilla: la del frontal representa el Triunfo de la Eucaristía; en la trasera aparece la Virgen de la Merced como Madre de Misericordia; en el lateral izquierdo se efigia la Transfiguración de Cristo, mientras que en el derecho se plasma la Exaltación de la Santa Cruz. En estos mismos laterales se han cincelado cuatro cartelas con escenas relivarias de la Pasión: Flagelación, Calvario, Calle de la Amargura y Santo Entierro. En los angulos del canasto se alzan las figuras angélicas de San Miguel, San Rafael, San Gabriel y el Angel Custodio.

Los faroles esquineros son de sección octogonal y de cinco luces cada uno. Los respiraderos fueron contratados con Cayetano González el 14 de abril de 1945, concluyéndolos cuatro años más tarde. Nuevamente, la plata se combina con la madera dorada y los lígneos relieves policromados de los doce Apóstoles. El frontal aparece centrado por el escudo de Sevilla; en el trasero se exhibe el escudo de la Archicofradía; en el lateral izquierdo, Santas Justa y Rufina y, en el lateral derecho, la Virgen de los Reyes.

El paso ha sido recientemente restaurado en su totalidad debido al estado de deterioro en el que se encontraban algunas partes del mismo. El proceso de restauración se inició en 2000 y finalizó en 2004, pudiéndose contemplar por primera vez en la calle en el Santo Entierro Grande en el que participó la imagen del Señor. La restauración tuvo la dirección técnica de la orfebrería de los Hermanos Delgado de Sevilla y la supervisión del Mayordomo de Pasión, N.H.D. Enrique González Martínez. La orfebrería de plata fue íntegramente restaurada por los Hermanos Delgado, la madera fue dorada por el maestro dorador don Francisco Javier González Montero, y la talla restaurada por don Francisco Enrique Guzmán Lora.
Paso de palio de la Santísima Virgen

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