Hermandad Sacramental del Salvador

La Hermandad Sacramental de la iglesia colegial del Divino Salvador es una de las que se fundó a raíz de la estancia sevillana de doña Teresa Enríquez, “La Loca del Sacramento”, en el año de 1511. La aprobación de su primitiva regla tuvo lugar el 2 de junio de 1543 por parte del provisor y vicario general de Sevilla y su arzobispado, el licenciado don Juan Fernández Temiño. En el preámbulo de estas ordenanzas se señala expresamente que la cofradía se había erigido “para que cuando saliese el Santísimo Sacramento, vaya más acompañado y sea con más honor y reverencia servido, y asimismo para que los cofrades se honren los unos a los otros en sus enterramientos e para que se traiga por la collación de noche una campanilla por las ánimas del purgatorio, y asimismo para que mediante el ayuda de Dios, se hagan muchas obras en que Él sea servido”.

 
Además de las procesiones de enfermos e impedidos y de aquella que todos los años se verificaba para que los presos de la vecina Cárcel Real pudieran cumplir con el precepto pascual, donde el Santísimo Sacramento era portado bajo palio en un portaviático, la Sacramental del Salvador encargó en 1612 al platero Miguel Sánchez la realización de una monumental custodia de torre o asiento, que se utilizaba tanto en el espléndido Monumento instalado para el triduo sacro, como en las salidas procesionales organizadas con motivo de la festividad del Corpus Christi.

 
Desde los inicios de la hermandad, el culto eucarístico se presentó íntimamente unido a la devoción inmaculista, pues se prescribía la celebración “cada miércoles de cada semana de una Misa cantada con toda solemnidad, de la Limpia Concepción de Nuestra Señora en el altar donde está la ymagen”. Con posterioridad, en 1653, los cofrades de la Sacramental del Salvador juraron defender con su propia sangre la pureza sin mancha de María, revalidando anualmente este compromiso en su fiesta principal coincidente con la Pascua de Pentecostés, para lo que se adquirió en 1654 la imagen de candelero para vestir de la Inmaculada Virgen del Voto, que con los años habría de adquirir un riquísimo ajuar de orfebrería y bordados.

 
Ya durante la segunda mitad del siglo XVI se había integrado en el seno de la hermandad sacramental una obra pía de pobres, destinada al amparo de los menesterosos de la collación de San Salvador, a quienes atendía todos los domingos y fiestas de guardar con abundantes limosnas de pan y carne, así como con pescado, verduras, vino y prendas de vestir, cuando las circunstancias lo permitían. Con esta ayuda se impedía que tuvieran que mendigar el día de la semana dedicado a Dios, y se dedicaran a alabarlo, con el consiguiente beneficio espiritual para sus almas. Al menos desde la década de 1640, una escultura del Cristo de la Humildad y Paciencia presidía una mesa que se instalaba el Jueves Santo en la colegial con el fin de recaudar fondos para los caritativos fines de dicha institución, siendo sustituida en 1696 aquella primera imagen por la talla que se conserva actualmente, atribuida al escultor Antonio de Quirós.

 
Nuevas reglas conducentes al buen gobierno de la Hermandad Sacramental del Salvador se aprobaron por la autoridad eclesiástica el 12 de agosto de 1726 y por el Real Consejo de Castilla el 31 de enero de 1805. Finalmente, el 25 de septiembre de 1918 se firmó el decreto que contemplaba la fusión canónica entre la corporación eucarística y la penitencial de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y Nuestra Madre y Señora de la Merced, quedando así unidas para conformar la Archicofradía Sacramental de Pasión.

pintuhoki88 pintuhoki88