Nota de nuestro Hermano Mayor sobre la estación de penitencia
28/03/2024
Queridos Hermanos:
El Jueves Santo es un día especial para encontrarnos, para reconocernos, para querernos. No es casualidad que el día en que el Señor instituyó la Eucaristía para permanecer siempre entre nosotros, celebremos el día del Amor Fraterno, el día más grande del año para un hermano de Pasión, porque adoramos al Señor presente realmente en el Sagrario, y porque podemos venerarle en la Bendita Imagen del Señor de Pasión que, ese gran día, caminará sobre las calles de la ciudad y sobre los corazones de quienes quieran entender su magisterio de entrega, de humildad, de mansedumbre, de salvación y misericordia.
Cuando el Jueves Santo se abran las puertas de la Colegial del Salvador, la Hermandad de Pasión volverá a ofrecer, como desde hace ya casi 500 años, un testimonio de fe, de devoción, de recogimiento y oración, de seriedad, orden y compostura en el cortejo, de belleza y profundidad ejemplares, para cumplir nuestra Regla, pero también para proclamar nuestra esperanza en un mundo mejor, nuestra convicción de que el mensaje de Cristo es válido para construirlo y nos impulsa a actuar para hacer posible el Reino de Dios aquí y ahora.
Espero, queridos hermanos, que la Estación de Penitencia que vamos a realizar juntos esa deseada y soñada tarde, nos acerque a Dios e invite a acercarse a Él a quienes nos contemplen, a quienes miren con el corazón al Señor de Pasión. Si tenemos diferencias, que Él nos ayude a superarlas. Si no somos misericordiosos, que nos muestre con su infinita mansedumbre cómo alcanzar la misericordia. Si guardamos una petición íntima, o tenemos a alguien postrado en el lecho de la enfermedad, de la depresión, de la pobreza material o espiritual, que Él nos escuche e interceda por nosotros. Si encontramos en Él la serena acogida de un padre, que nos siga bendiciendo ahora y por siempre. Que el Señor de Pasión y Nuestra Madre y Señora de la Merced nos guarden durante todo el año, pero especialmente el próximo Jueves Santo; y que nos reúnan a su alrededor en la vida de esta Hermandad, en nuestros cultos, en nuestros programas de formación, en los proyectos de la Fundación Asistencial, en los actos de convivencia y fraternidad, para que sintamos y vivamos la Hermandad como la casa donde profundizar en nuestra fe y ser mejores cristianos y mejores personas a la luz del evangelio. Y, por último, que nos concedan una santa y provechosa Estación de Penitencia a todos.
Hermanos, os recuerdo muy especialmente que la Estación de Penitencia NO CONCLUYE HASTA QUE, TODOS JUNTOS, recemos las preces por nuestros hermanos difuntos, tras la entrada de Nuestra Madre y Señora de la Merced. Sólo entonces habrá concluido la estación de penitencia. La marcha antes de la entrada de la Santísima Virgen supone tanto como abandonar la estación en cualquier otro punto del recorrido.
El Hermano Mayor